Monsanto en Babilonia. La agricultura milenaria iraquí destruida por las transnacionales agroalimentarias estadounidenses

Idioma Español

"Después de su invasión en el año 2003, Irak no fue expoliada por sus agresores solamente de su soberanía política, de su patrimonio arqueológico, de sus recursos petroleros; también lo fue de su soberanía alimentaria. Violando la Constitución iraquí y las convenciones de La Haya y de Génova que estipulan que el ocupante debe respetar la jurisdicción del país ocupado, el administrador provisorio Paul Bremer (un antiguo colaborador de Kissinger) dictó, antes de la instalación de un gobierno fantoche por parte de Washington, cien ordenanzas infames que tienen fuerza de ley y que no pueden ser abolidas ni modificadas por ningún gobierno iraquí (...). El país caía así bajo el yugo económico total del Ocupante, que había decidido reformar drásticamente la economía iraquí en base al modelo económico neoliberal norteamericano."

Por Joëlle Pénochet
Mondialisation.ca, 13 de febrero de 2008

« Controlen el petróleo, y controlarán países enteros; controlen el sistema alimentario, y controlarán a las poblaciones. » (Henry Kissinger)

La agricultura fue inventada en el corazón de la Mesopotamia – con un sofisticado sistema de irrigación -, hace más de diez mil años atrás. La llanura aluvial excepcionalmente fértil situada entre el Tigris y el Éufrates ofrece condiciones ideales para el cultivo de cereales. Es allí en donde apareció el arroz silvestre de la Antigüedad. Allí se hacían brotar casi todas las variedades conocidas hoy en día en el mundo (más de 200.000). Las palmeras datileras, que proveían el otro recurso vital del país, daban abrigo a hortalizas muy variadas.

Las « semillas de la democracia » *

Después de su invasión en el año 2003, Irak no fue expoliada por sus agresores solamente de su soberanía política, de su patrimonio arqueológico, de sus recursos petroleros; también lo fue de su soberanía alimentaria.

Violando la Constitución iraquí y las convenciones de La Haya y de Génova que estipulan que el ocupante debe respetar la jurisdicción del país ocupado, el administrador provisorio Paul Bremer (un antiguo colaborador de Kissinger) dictó, antes de la instalación de un gobierno fantoche por parte de Washington, cien ordenanzas infames que tienen fuerza de ley y que no pueden ser abolidas ni modificadas por ningún gobierno iraquí (artículo 26 de la nueva constitución). El país caía así bajo el yugo económico total del Ocupante, que había decidido reformar drásticamente la economía iraquí en base al modelo económico neoliberal norteamericano.

La Ordenanza 81 del 26 de abril de 2004 entregó el país en bandeja a las gigantes necro-empresas que controlan el comercio mundial de granos, como Monsanto (el fabricante del Agente Naranja), Syngenta y Dow Chemicals. Esta Ordenanza condujo a la destrucción irreversible de la agricultura iraquí. Afganistán había sufrido la misma suerte en el año 2002.

Biopiratería en el jardín del Edén

La Ordenanza, redactada de una manera muy perversa, instituyó de hecho la obligación para los agricultores iraquíes de comprar cada año una licencia y semillas transgénicas a las multinacionales estadounidenses, siendo que la jurisdicción iraquí prohibía toda privatización de recursos biológicos.

La norma de « Protección de variedades vegetales » (PVP), elemento central de esta ley, no se refiere a la conservación de la biodiversidad sino a la protección de los intereses de las transnacionales semilleras norteamericanas (que, en virtud de las ordenanzas Bremer, están excentas de impuestos, no están obligadas a reinvertir en el país y cuentan con el derecho de repatriar todas sus ganancias). Para calificar, las plantas deben ser « nuevas, distintas, uniformes y estables », criterios que las plantas tradicionales no pueden satisfacer.

Estas sociedades extranjeras detentan un derecho de propiedad intelectual (equiparable a aquellos que Washington introdujo al interior de las reglas de la OMC –de la cual Irak no forma parte) que les concede por un lapso de veinte años el monopolio sobre la producción, la reproducción, la venta, la explotación, la importación y el almacenamiento de todas las semillas genéticamente modificadas y las variedades vegetales “similares”.

Monsanto se lanzó al asalto de las semillas milenarias iraquíes para modificarlas genéticamente y patentarlas. Y los agricultores están ahora obligados a pagar para poder cultivarlas (1).

Al principio, para facilitar la introducción dela agricultura transgénica, el « ministro » iraquí de Agricultura, al mejor estilo de un dealer de droga pura, distribuyó casi gratuitamente las « nuevas semillas » a los agricultores iraquíes. Sin decirles que entraban de esta manera en un sistema infernal del cual no podrían salir luego.

Los agricultores iraquíes extorsionados por los gigantes semilleros

La Ordenanza 81 convirtió en ilegales las antiguas prácticas ejercidas por los agricultores de seleccionar las mejores semillas para reutilizarlas año a año, e intercambiarlas entre vecinos. (Según la FAO, en el año 2002, el 97% de los agricultores iraquíes aún reutilizaba sus granos, o los compraba en el mercado local). Por cruzamiento, de generación en generación, crearon variedades híbridas adaptadas al duro clima de la región.

(Campesino en la región de Kufa, Irak)

Los agricultores « culpables » de haber sembrado semillas no compradas, o cuyos campos hubieran sido contaminados accidentalmente, están expuestos a fuertes multas, incluso a penas de prisión, a la destrucción de sus cosechas, de sus herramientas y de sus instalaciones!

El terrorismo alimentario practicado por las multinacionales como Monsanto en los países que colonizan ha conducido al suicidio a decenas de miles de agricultores del Tercer Mundo arruinados por la compra anual de semillas transgénicas, y de los pesticidas, herbicidas y fungicidas altamente tóxicos que les están inevitablemente asociados. De esta forma, durante el año 2003 solamente, se suicidaron 17.000 agricultores indios a quienes los bancos no querían prestar más dinero para comprar las semillas de Monsanto.

Las transnacionales norteamericanas hacia el control total de la cadena alimentaria

A partir de 1991, los bombardeos incesantes con armas de uranio empobrecido - que transformaron al país en un gran sumidero radioactivo - y el embargo de trece años habían ya comenzado a destruir la agricultura iraquí - destruyendo el sistema de irrigación, el material agrícola y las palmeras datileras (2). Entre 1990 (fecha de la instauración de las sanciones) y el 2003, el volumen de la producción de cereales disminuyó a la mitad. Las manadas de ganado fueron diezmadas.

Además de sufrir las exacciones cotidianas de los ocupantes, los granjeros iraquíes, devenidos en siervos, estuvieron de ahí en más condenados a producir plantas artificiales, la mitad de ellas destinada a la exportación mundial (o a las tropas de ocupación, como las variedades de arroz reservadas a la fabricación de pastas, extrañas al régimen alimentario iraquí), en exclusivo beneficio de Monsanto y sus socios. Ésto, al tiempo que la población iraquí se muere de hambre (3). Es por eso que, a semejanza de sus homólogos afganos, cada vez más granjeros desesperados abandonan el cultivo de cereales para dedicarse al del opio.

Los resultados de las necro-tecnologías - vendidos como quimeras - representan un peligro muy grave para los planes medioambientales, sanitarios, económicos y éticos. Ellas implican un grado de polución ambiental tan irreversible como el que es provocado por el uranio empobrecido. Asimismo, pueden ser utilizadas en el marco de guerras biológicas o bacteriológicas silenciosas (3).

Los OGM constituyen una de las principales armas de los instigadores del Nuevo Orden Mundial para someter una tras otra a las poblaciones del mundo entero. Irak se ha convertido en el nuevo laboratorio en tamaño natural de este siniestro instrumento de dominación, y los iraquíes en los cobayos.

*****

* Alusión a la frase pronunciada por Bush poco después de la invasión : « Estamos en Irak para esparcir las semillas de la democracia de forma tal que prosperen y se propaguen por toda la región en la que reina el autoritarismo. » (George Bush).

Notas

(1) Se conservaron muestras de cada una de sus variedades en el Banco nacional de semillas... de Abu Ghraib, que fue destruido por el Ocupante.
(2) Cf. “Una catástrofe ecológica pasada por alto: la destrucción de las palmeras en Irak”.
(3) En el año 2004, la policía militar norteamericana cerró el diario Al-Hawza, que había publicado un artículo afirmando que Bremer « implementaba una política dirigida a hacer pasar hambre al pueblo iraquí que, ocupado por entero en procurarse el pan cotidiano, no tuviera ninguna posibilidad de reclamar libertades políticas e individuales ».
(4) Cf. los artículos de Mae Wang Ho y Joe Cumming, del ISIS (The Institute of Science in Society)

Fuentes

Michel Chossudovky:
Sowing the Seeds of Famine in Ethiopia, 10 de septiembre de 2001.

William Engdhal:
WTO, GMO and Total Spectrum Dominance, 29 de marzo de 2006.
Le pillage «libéral» de l'Irak, 14 de noviembre de 2005.

Ghali Hassan:
Iraq’s New Constitution, 17 de agosto de 2005.
Biopiracy and GMOs: The Fate of Iraq's Agriculture, 12 de diciembre de 2005.

Stephen Lendman:
Unleashing GMO Seeds: "Food is Power"
Reviewing F. William Engdahl's Seeds of Destruction, Parte 3. 19 de enero de 2008.
Agribusiness Giants seek to gain Worldwide Control over our Food Supply, 7 de enero de 2008.

Arun Shrivastava: Suicides en masse de fermiers indiens : ce qui se profile à l’horizon, 14 de noviembre de 2006.

Jeffrey Smith: Genetically Modified Foods Unsafe? Evidence that Links GM Foods to Allergic Responses Mounts, 8 de noviembre de 2007.

ORDER 81: Re-engineering Iraqi agriculture, 27 de agosto de 2005.

Otros documentos y artículos consultados:La Ordenanza N° 81: ver aquí

William Engdahl, Iraq and Washington’s ‘seeds of democracy, ver aquí

Christopher D. Cook, Plowing for Profits U.S. Agribusiness Eyes Iraq’s Fledgling Markets, In These Times, 15 de marzo de 2005, ver aquí

Iraq's New Patent Law: A Declaration of War Against Farmers. Focus on the Global South y GRAIN, 15 de octubre de 2004, ver aquí

Iraq's Crop Patent Law A Threat To Food Security, por GM Free Cymru, 3 de marzo de 2005, ver aquí

Patrick Cockburn, Desesperate Iraqi Farmers Turn to Opium, 24 de enero de 2008: ver aquí

Fuente: Mondialisation.ca ( Una versión abreviada de este artículo fue publicada en el sitio Su salud.)

Traducción: María Eugenia Jeria para Acción por la Biodiversidad

Comentarios

20/05/2008
Contiunúan matando la agriculltura, por Claudia Cuba Huamaní

Los Estados Unidos de norteamérica, invade en el mundo en nombre de la democracia, creen que en nuestros pueblos reina el autoritarismo. Lo mismo ocurre en el Perú, Colombia y Bolivia condena el cultivo de la coca, que para los pueblos andinos y amazónicos es un elemento sagrado, no sólo para utilizar en los rituales a la pachamama, sino como elemento social que apertura cualquier encuentro entre seres humanos y la pachamama. Hasta quieren erradicar el chacchado de la hoja sagrada, que los pobladores de estos pueblos consideramos y valoramos como símbolo cultural tradicional. De esta manera quieren matar a nuestra propia cultura, destruyendo la agricultura milenaria en el mundo.